jueves, 2 de enero de 2014

La verdadera expresión de la Navidad

¿Qué es lo primero que se le ocurre a la gente cuando se anuncia la navidad?

Es interesante cuando hago esta pregunta a niños, jóvenes y adultos.

Las respuestas son:
A los niños: juguetes, regalos, coches, luces.
A los jóvenes: estrenos, fiestas, impresionar a su enamorado/a, bebidas.
A los adultos: aguinaldos, viajes, vacaciones, negocios, comidas.

Ahora bien, preguntémonos: ¿será en realidad este pensamiento el que nos debe cautivar en esta época en que se celebra la Navidad? ¿Cuál es tu verdadera expresión de la Navidad?

I. La navidad expresa la más grande humillación: Dios hecho hombre 
Tal fue la humillación del Señor que no se halló un lugar para que naciera cómodamente. Lucas 2:7 expresa que no había para Él espacio en el mesón. Nació en un pesebre que servía para alimentar ganado. Tal fue la humillación del Señor que le tocó huir a tierra extraña porque Herodes decidió matarle. Mateo 2:13.

II. La Navidad expresa la más grande manifestación del amor de Dios 
En primer lugar, es increíble la declaración del apóstol Pablo según Romanos 3:10-18:Dios vio a la Humanidad perdida en su totalidad.  El versículo 10 describe “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;” el v11-12 “No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”. La demostración de amor de Jesús por la humanidad sí tuvo precio, y es en la cruz del Calvario. 

Lo segundo que podemos apreciar es lo siguiente: Dios amó a la humanidad perdida. El apóstol Juan hace la declaración de que la humanidad necesita reconocer que sin del Hijo de Dios no hay salvación. Juan 3:16.

Lo tercero que encontramos en la verdadera expresión del Amor de Dios es lo siguiente: Dios redimió a la humanidad perdida. Gálatas 4:4-5 expresa: “Pero cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, a fin de que fuéramos adoptados como hijos” (NVI). Ahora la humanidad es adoptada en cuanto lo reciba al hijo de Dios.

III. La Navidad expresa la más grande decisión del ser humano Ante el hecho innegable que Jesús vino para salvar a la humanidad, se vuelve importante e indispensable que el ser humano tome decisiones.  Juan 3:17 dice: “Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él”. Dios nos da a cada uno de nosotros, por medio de su Hijo, una oportunidad para rechazar la oscuridad y tomar la luz. En segundo lugar es aceptar. Romanos 10:9-10 nos muestra que el confesar con nuestra propia vida tiene una garantía que somos sus Hijos.

Quiero terminar con estas preguntas: ¿de qué manera has estado celebrando la Navidad en años pasados? ¿Con luces, cohetes y bebidas? Quiero decirte que nada de esto se dio en la noche en que Jesús nació. Lo que sí resplandeció aquella noche fue la luz de Jesús para salvación de la Humanidad. Permite que en tu vida se celebre la verdadera expresión de la Navidad: Jesús naciendo en tu corazón. Hoy puede ser una navidad para usted y su familia si tan solo permite que Jesús nazca en su corazón.

Por Ramón Cardozo

jueves, 29 de diciembre de 2011

¡Escucha! Dios te llama

Pasaje clave: Génesis 12:1-8.

Seguramente Abram se encontraba muy cómodo con su familia y sus tiendas en Harán, hasta el día en que Dios lo llamó. Y cuando Dios llama, no nos podemos hacer los distraídos. ¿Sabes? Dios nunca llama a alguien para hacerle perder el tiempo. Cuando Él llama siempre es con un propósito.
Primero, Dios te llamó para que seas salvo, para que recibas vida eterna y perdón de tus pecados.Para que tengas una relación personal con Jesús.
Pero de ahora en más, Él te llama para que te comprometas intensamente con su vida y con su Reino. Y a cambio de tu compromiso Él te promete bendecirte en todas las áreas de tu vida. Dios te llama, no te hagas el distraído.
No todo fue agradable para Abram, porque hubo algo en lo que él no obedeció el llamado de Dios. ¿Cuál fue esa excepción? (12:4-5).
Abram continúa su viaje y nuevamente se le presenta Dios y le aclara más las cosas. Abraham entonces levanta un altar (12:7). El altar es un símbolo de comunión. Levantas un altar cada vez que te humillas delante de Dios, cada vez que lo adoras, cada vez que renuncias por amor a todo aquello que afecta negativamente tu vida, cada vez que lo buscas en oración.
 Pero aún hay algo más. ¿Dónde instala Abram su tienda y qué hace? (12:8).
¿Sabías que Bet-el significa “Casa de Dios” y que Hai significa “Ruina”?
¡Y él acampó entre ambos lugares! Si sus decisiones eran correctas iría hacia “la casa de Dios”, pero si sus decisiones eran erradas lo conducirían hacia la “ruina”.
Dios lo llamó a Abram y le prometió bendecirlo y multiplicarlo. A cambio, él tenía que dejar su tierra (donde practicaban el culto de adoración a la luna), su parentela (todos ellos se asentaron en Harán para continuar la práctica de aquel culto) y la casa de su padre (porque Dios quería comenzar algo exclusivamente nuevo con él y con su esposa).
Piensa un poco en ti mismo. Piensa en tus amistades, diversiones, sentimientos, proyectos futuros, pecados, música, hobbies, TV, videojuegos, conversaciones, vicios, sexo… ¿cuáles son las cosas que te están impidiendo seguir el llamado de Dios para tu vida y qué cosas, sí o sí, deberías dejar porque pueden llegar a conducirte a la ruina?
“Dejar” no significa volverte “tonto”, “bobo”, o “amargado”. Por el contrario, cuanto más lugar le das a Dios en tu vida privada (y pública) más aprendes a disfrutar con libertad de todas las cosas (y personas) que sean sanas y santas.

Piénsalo.
Dios te llamó porque tiene propósitos muy fuertes para ti, pero es necesario que renuncies a todo lo que sea un estorbo entre tú y Él. No son solo los amigos o los lugares a los que asistes las únicas cosas que te puedan estorbar. ¿Y tu manera de pensar? ¿Y las cosas que sientes? Especialmente cuando lo cuestionas a Dios o cuando no quieres obedecerlo en todo.
Seguir el llamado de Dios es mucho más que hacer algo en la iglesia, es estar comprometido con su santidad todos los días.
Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Génesis”

viernes, 12 de agosto de 2011

Bienvenida

Les damos la bienvenida y esperamos que este espacio sea de ayuda y de bendición para su vida. Próximamente estaremos publicando nuestros primeros artículos y les ofrecemos muchas sorpresas.